Hasta la vista, señorita Elliot |
→ English
Ha llegado ese momento del año en el que me tejo encima pero no tengo ovillos suficientes para hacer un proyecto decente: ¡es hora de reciclar una vieja prenda! Esta vez le ha tocado al Anne Elliot Spencer, uno de los primeros proyectos a dos agujas que hice y que sólo me he puesto una vez y está ocupando sitio en el armario tontamente.
Me dejé cegar por el nombre (servidora es janeíta hasta la médula) y me hice una rebeca demasiado corta, con demasiado escote y, debido a mi inexperiencia en la época, con el punto demasiado prieto. No me vale ni para entretiempo, esa estación del año que por estos lares dura apenas unas horas entre invierno y verano, ni para salvaguardarme de los aires acondicionados con los que nos azotan en edificios y transportes públicos. Ni es mi estilo, vamos.